MEDIACIÓN CULTURAL
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| Mediación Cultural |
Cada vez escuchamos más hablar de “mediación cultural”, un término que suena moderno pero que en realidad responde a algo muy humano: la necesidad de comunicarnos, de compartir y de entender mejor el mundo a través de la cultura. Museos, centros culturales y monumentos están apostando por esta práctica que va más allá de las clásicas visitas guiadas. La mediación cultural busca abrir puertas, tender puentes y hacer que cualquier persona pueda sentirse parte activa de la experiencia cultural. En este artículo nos adentraremos en qué significa realmente mediar en cultura, por qué se ha vuelto tan importante en los museos y qué beneficios aporta tanto a las instituciones como al público que las visita.
¿Qué es la mediación?
En la actualidad estamos
viendo este concepto tan novedoso en centros culturales, monumentos, museos,
etc, algo que ya tiene uso desde hace varios años en otros países europeos y
que también está haciendose un hueco cada vez más grande en ciudades de España.
Pero, ¿Qué es la mediación cultural? ¿Es realmente necesaria? A continuación podemos entender el
término mediación de la siguiente manera:
Mediación son todas aquellas acciones que tienden puentes entre
distintas partes con el objetivo de intercambiar puntos de vista y enriquecerse
mutuamente, busca abrir canales de comunicación multidireccionales entre los
distintos agentes que conforman el ecosistema cultural: instituciones
culturales, ciudadanía, Administraciones públicas, organizaciones sociales,
artistas…
Normalmente la mediación
utiliza metodologías de trabajo que fomentan el diálogo y la participación de
todas las personas involucradas. Se podría decir que esta participación es
clave desde el punto de vista del derecho a la cultura, la cual no consiste
únicamente en aquellas personas que pueden acceder a la cultura (por ejemplo
yendo al teatro) sino en esa capacidad para tomar decisiones que tienen que ver
con la cultura desde nuestras propias circunstancias. Además la mediación
cultural fomenta nuestro pensamiento crítico siendo el eje central las
relaciones interpersonales.
La mediación cultural busca abrir canales de comunicación
multidireccionales entre los distintos agentes que conforman el ecosistema de
la cultura.
MEDIACIÓN EN LOS MUSEOS
La mediación cultural en
los museos ha venido para quedarse, convirtiéndose en una herramienta central
de transformación institucional.
Esta novedosa manera de
interacción no se limita a explicar contenidos o a realizar visitas guiadas, hoy
en día la definición es la siguiente: un
proceso participativo y relacional que crea puentes entre personas,
conocimientos y culturas. Su finalidad no es transmitir un saber unívoco, sino
invitar a la reflexión, al diálogo y a la interpretación compartida de los
significados culturales presentes en las exposiciones.
Los museos se enfrentan a
desafíos contemporáneos, es decir, a esa necesidad de conectar con públicos
variados para crear y convertir el
espacio en un entorno vivo donde se contruye ciudadanía cultural.
Para ello, la mediación debe ser repensada desde una lógica inclusiva,
sensible al contexto y adaptada a las nuevas formas de interacción del siglo
XXI.
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| Mediación Cultural |
La mediación cultural en el ámbito museístico es el conjunto de acciones
y dispositivos que facilitan la relación entre el público y los contenidos
patrimoniales, permitiendo que estos se resignifiquen en función de las
experiencias, conocimientos y emociones del visitante. No se trata solo de comunicar
información, sino de generar una experiencia significativa, crítica y sensible.
Por lo tanto esta nueva
práctica es principalmente educativa contemplando el encuentro entre el
visitante y el objeto cultural (museo) en un conocimiento que se construye, un
feedback entre ambas partes, de manera que el encuentro sea estimulante,
empático y accesible.
A la hora de poner en
marcha esta mediación debemos tener en cuenta que puede adoptar múltiples
formatos, algunos más tradicionales (charlas, visitas guiadas, talleres)
incluyendo otros más novedosos (realidad vitual, gimkanas, aplicaciones
interactivas). El cometido principal es que el visitante sea un sujeto activo,
el cual pueda interpretar, cuestionar y dialogar con el patrimonio.
Mediadores Presenciales y Digitales
Actualmente podríamos
diferenciar dos grandes modalidades de mediación: la presencial y la digital
que además se enriquecen mutamente.
Los «mediadores
presenciales» (educadores, guías, artistas, facilitadores) ofrecen un
acompañamiento humano, cercano y muy adaptado. Son aquellos que interáctuan con
los grupos escolares, visitas especiales o alguna actividad específica. Su
función no se basa en el mero hecho de explicar sino también de excuchar y
generar diálogo.
Por otro lado, los «mediadores
digitales» van más allá del museo permitiendo acceder a contenidos interactivos
o multimedia de forma autónoma. A través de Apps, códigos QR, plataformas web,
realidad virtual podemos explorar las exposiciones y museos de forma
independiente.
Razones para Implementar la Mediación Cultural
La mediación cultural
aporta grandes beneficios tanto para los museos como para las comunidades en
sí. Aquí podemos observar algunas de las razones más destacadas:
Ampliar el Conocimiento Cultural y el Pensamiento Crítico: Con la mediación los
visitantes conectan directamente con las obras favoreciendo la comprensión de
la misma y ese pensamiento crítico cada vez más en desuso que nos ayuda a
conseguir un aprendizaje durante la experiencia.
Reforzar la Relevancia del Museo: Es una manera de que el museo construya una
relación viva entre el sujeto y la obra.
Diseñar Experiencias a Medida: A través de la mediación se puede adaptar el
contenido según las necesidades del público asistente, por tanto, no será lo
mismo una visita para colectivos en situación de exclusión, escolares o
personas mayores. De esta forma se crean rutas personalizadas y completamente
adaptadas.
Promover la Accesibilidad y la Equidad Cultural: Utilizando los medios
adecuados podemos llegar a públicos que normalmente se mantienen alejados de
los museos, salas de exposiciones o similar, fortaleciendo su función social.
Estrategias Prácticas para una Mediación Efectiva.
En este apartado vamos a
destacar esas estrategias que se tienen que diseñar para que la mediación sea
una práctica sostenible y esté totalmente integrada dentro del espacio
museístico. Aquí dejamos algunas de esta recomendaciones:
Desarrollar Aplicaciones Móviles o Herramientas Digitales que puedan facilitar el
acceso a diferentes contenidos de texto, audio, vídeo o juegos.
Diseñar Programas Escolares Adaptados según el nivel educativo
colaborando con los docentes y los centros escolares tanto dentro como fuera
del aula.
Ofrecer Talleres y Actividades, tanto en las exposiciones permanentes como en
las temporales, creando espacios de trabajo y de diálogo desde una visión
colectiva.
Formar al Personal Mediador de Manera Continua, otorgándole las
herramientas básicas necesarias para interactuar con los diferentes públicos.
Evaluar el Impacto de las Acciones de Mediación, valorar la experiencia
del visitante, el aprendizaje obtenido además de su grado de interacción y/o
participación.
Actualmente la mediación
cultural es un factor potente para renovar el sentido social del museo
convirtiéndolo en un lugar de encuentro y de diálogo, consiguiendo también que
dejemos a un lado el vertiginoso avance tecnológico y social que estamos
viviendo en la actualidad.
Se debe de apostar por una
mediación de calidad que genere relaciones creativas con el público,
desarrollando un feedback entre ambas partes. De esta forma cumpliremos con la
misión de ser una institución viva, accesible y conectada directamente con las
personas y el entorno.
Conclusión
Desde mi experiencia
personal y profesional, tengo cada vez más claro que la mediación cultural es
algo necesario. No se trata únicamente de acompañar una visita o explicar una
exposición, sino de provocar un encuentro real entre la persona y la cultura.
Creo que la mediación tiene un potencial enorme para ofrecer mucho más de lo
que imaginamos: abre caminos de diálogo, despierta la curiosidad y convierte a
cada visitante en alguien activo dentro del proceso. Y lo más importante, nunca
deja indiferente. Una buena mediación hace que salgamos con preguntas, con
nuevas ideas y con la sensación de que hemos vivido algo único y personal.
Y tú, ¿Te unes a la
mediación?


